domingo, 5 de julio de 2009

Campanadas a Medianoche - Chimes at Midnight - Falstaff

Títulos: Campanadas a Medianoche - Chimes at Midnight - Falstaff
Año: 1965
Duración: 119 minutos.
País de Producción: España/Suiza (realmente en el productor creó una productora fantasma en Suiza para alegar co-producción y que pudieran trabajar en España actores y técnicos extranjeros).
Productor: Emiliano Piedra, Angel Escolano.
Producción: International Films Española (Madrid), Alpine Film Productions (Basilea).
Guión: Orson Welles según Ricardo II, Enrique IV, Enrique V, Las alegres comadres de Windsor de William Shakespeare y The chronicles of England de Raphael Holinshed. Fotografía: Edmond Richard.
Música: Alberto Lavagnino.
Dirección artística: José Antonio de la Guerra.
Montaje: Fritz Mueller, Elena Jaumandreu.
Idioma: Inglés con subtítulos en castellano.
Intérpretes: Orson Welles (Falstaff), Keith Baxter (Principe Hal), John Gielgud (Enrique IV), Jeanne Moreau (Doll Tearsheet), Margaret Rutherford (Mistress Quickly), Norman Rodway (Henry Percy), Marina Vlady (Kate Percy), Alan Webb (Justice Shallow), Walter Chiari (Silence), Michael Aldridge (Pistol), Tony Beckly (Poins), (Worcester), Fernando ReyAndrew Faulds (Westmoreland), José Nieto (Northumberland), Jeremy Rowe (Príncipe John), Beatrice Welles (paje de Falstaff).

Antes de que su carrera se convirtiese, salvo pocas y poco conocidas excepciones, en una colección de frustraciones y piezas inacabadas, Welles tuvo la oportunidad de llevar a cabo uno de sus sueños, en la que constituyó su última película realizada en blanco y negro (sin que se eche en falta el color), y una de las últimas obras que pudo concluir hasta su fallecimiento en 1985. Campanadas a medianoche surge gracias a la decisión y la valentía del productor español Emiliano Piedra, quien, ilusionado con la posibilidad de trabajar con una leyenda del cine (Welles lo fue desde su primera obra), no dudó en llevar a término la producción de la película (modesta, pero eficaz), a sabiendas de que no reportaría muchos beneficios. De hecho, la idea de Piedra y de Welles era realizar una posterior versión de "La Isla del Tesoro", con la que el productor recuperaría la inversión de Campanadas a medianoche. Sin embargo, del proyecto de adaptar a Stevenson sólo llegarían a filmarse unas pocas imágenes, muy atractivas, por cierto (2). A pesar de todo, la colaboración entre Piedra y Welles no pudo ser más fructífera artísticamente, y dio lugar a una de las mejores películas de producción española (hispano-suiza, según mis datos) de la historia del cine.

Rodado enteramente en nuestro país, el filme despliega lo mejor del talento de su realizador, con su brío y dinamismo habituales, para adaptar varias obras de Shakespeare (que Welles ya había fusionado ¡en 1939!), con el personaje de Falstaff como eje principal de todas ellas. Falstaff, interpretado por el propio director en uno de sus mejores papeles, es un tipo orondo y bebedor, propenso a las exageraciones y a los chistes, y amante de la diversión por encima de todo (según Welles, uno de los personajes más merecedores de ser considerado "un hombre bueno"). Su amistad con el Príncipe Hal (Keith Baxter) es mostrada a través de los juegos y bromas que ambos comparten durante la primera parte del film (3), y cuyas profundidad y espontaneidad se verán traicionadas cuando Hal sea coronado como el Rey Enrique V, tras la muerte de su progenitor (Enrique IV, a quien da vida el gran John Gielgud), en una de las secuencias más emocionantes y dramáticas de la filmografía de su director. Este tema, el de la amistad (o la inocencia) traicionada, es recurrente en Welles desde Ciudadano Kane (recuérdese la relación entre Kane y su amigo Leland), y también está presente en la vida del realizador, que ve cómo sus ansias creativas son dinamitadas una y otra vez en la práctica por una industria cada vez menos proclive a la defensa de los valores artísticos.

La puesta en escena de Welles en Campanadas a medianoche" es inmejorable, y posee una fuerza visual gloriosa, fluyendo las secuencias con una armonía comparable a la ya mostrada en El cuarto mandamiento (que, pese a los cortes, pese al boicot, y pese a su final, del que Welles abominaba, es un film de una belleza y brillantez indescriptibles). Estas películas son, al cabo, dos de las que el cineasta consideraba como más personales dentro de su carrera, y en las que más logrado parece el sentido musical de la planificación. Así, destacan en Campanadas a medianoche momentos tan sobresalientes como la secuencia del robo en el bosque, con preciosos travellings a través de la arboleda; la divertida "falsa coronación" en la taberna en la que Falstaff, cacerola en la cabeza, parodia al Rey; o, sobre todo, la Batalla de Shrewsbury, cuyo mítico rodaje tuvo lugar en la Casa de Campo de Madrid, y que la crítica estadounidense Pauline Kael llegó a calificar como la más brutal y sombría jamás filmada.

Fuentes de información: Extracto del artículo Traición a un hombre bueno, de Alejandro Díaz, para Miradas.net,
Otros enlaces de interés: Entrevista a Orson Welles, por Peter Bogdanovich, en El Cultural.



También puedes ver el video original en V.O. sin Subtítulos en Google Video.


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4 comentarios:

Samuel dijo...

felicidades por el blog, es genial todo lo que compartís. Un saludo.

David Cotos dijo...

ya la vere cuando tenga tiempo.

PENELOPE-GELU dijo...

Buenos días:

He descubierto el Blog, preparando -en el mío- una entrada, con la película 'CAMPANADAS A MEDIANOCHE'.

He incluido vuestro enlace. Espero que con vuestro permiso.
Me pasaré, con tiempo, pues me ha parecido muy interesante lo que aportáis. Gracias.

Saludos.

Eugenio Damián Fernández dijo...

Es de dominio publico? Yo tengo una web legalmentegratis.com y podría subirla pero no me queda claro si tiene derechos. Gracias